martes, 19 de junio de 2012

Entreviaje #5: Día del árbol

Qué loco eso de y, yvy, yvyra. En una clase de Legislación ambiental el profe nos hizo una sacudida de cerebro con eso... Y me llegó, y creo que nunca me voy a olvidar. Para la gente que no sabe guaraní, les explico: "y" es agua, "yvy" es tierra, "yvyra" es árbol (yvyramata en realidad, pero para el caso se entiende). Demuestra cómo los guaraníes no les daban simples significados a las palabras, sino que tenían un enfoque globalizante, un árbol necesita de tierra y agua para ser un árbol. Y bueno, hoy es el día del árbol y estoy casi obligada a agradecerles a estos seres vivientes perfectos.
Mi padre y co-orientador tomando fotos de las Myrtaceas

Ya me dijeron que estoy medio loca agradeciéndoles por facebook porque como no tienen facebook ellos ni se dan por enterados. Pero es algo moral, ético o hasta místico. Es a esos árboles que nos dan la hermosura del paisaje, el verde hermoso del bosque y que están ahí en mi parcela que les quiero agradecer. Y aprovechando la ocasión les comento algo que es de conocimiento público, pero no por todo el público: plantar un árbol es una acción que no siempre es beneficiosa. No plantes un árbol en cualquier lugar, ni le abandones, ni le maltrates. No plantes por plantar. La arborización puede resultar tanto útil como perjudicial. Acordate que el árbol crece, lentamente hasta ser un gigante (dependiendo de la especie, claro). Y es más importante dejar de plantar un árbol en un lugar donde va a morir o va a crecer atrofiado que plantar por plantar. Y ese es mi granito de arena en este día de los seres perfectos! Les dejo fotos de mis árboles más queridos, aunque hoy me di cuenta que nunca le fotografié al aguaí del que tanto les hablo, ahí donde tomamos tereré después de volver del bosque.

La fuerza de la naturaleza expresada por las raíces de este árbol que se aferra a las piedras del cerro
Un kupa'y de verca
Un mundo en el árbol


martes, 12 de junio de 2012

Entreviaje #4: Lo que ya se vio y lo que no. Recuerdos.

"Deja que te tome, ese recuerdo prestado! Deja que lo cuente yo como si ya fuera miooo" Dice una música de Cafe Tacvba. Y Bueno, hoy quiero hablarles sobre recuerdos. Pero no son tan prestados porque son mis propios recuerdos, jaja. Pueden creer que ya pasó tiempo suficiente como para ir teniendo recuerdos del trabajo en el bosque? Yo no. O sea, para que puedan existir recuerdos tiene que pasar un tiempo, y ese tiempo ya pasó, y sigue pasando!

Este es el nido de un guyra-toro del que nunca les hablé, está camino a la parcela y tiene ya muchos años. Nunca le vimos al ave, pero siempre está ahí el nido. Inalterable.

Siempre que cuento algo sobre los viajes les dejo fotos, pero son pocas, hay muchas que guardo para el final de la tesis, y son justamente esas fotos las que me traen más recuerdos. No sé si pongo o no acá, ya muestran muchos detalles del trabajo y el blog era para el lado no científico. La verdad que voy a seguir esperando para sacar a la luz estas fotos. Pero si puedo hablar de todas las cosas que recuerdo!  Y poniendo otras fotos no tan reveladoras pero importantes para mi.

Miren todo lo que llevé al bosque la primera vez que entre! jajaja me da risa ahora que veo. Esta foto es del viaje 1. Yo no sé que se me pasó por la cabeza para llevar esa prensa de metal y todo lo demás. Fui aprendiendo que menos es mejor cuando se trata de cosas que llevar al bosque. Una bolsa para las colectas y cuando se llega se prensa. El famoso dicho en guaraní de "ope ara ilómore" que sería algo así como que tenés que pasarla mal para aprender jaja pero bueno, así aprendí =)

Se acuerdan cuando les conté cómo delimitamos la parcela de una hectárea? Que trabajo de locos! Recuerdo que yo pensaba que todos los piquetes que abrimos se iban a cerrar naturalmente por el crecimiento de la vegetaciónen re poco tiempo (jaja que boba), hasta ahora siguen ahí! Para que vean como la naturaleza es lenta en su recuperación.

Pero si vamos a hablar de trabajo arduo creo que el viaje que se lleva el premio mayor es el viaje 2. Ahí instalamos los colectores. Dios mío que trabajo! No puedo creer que hayan pasado 6 meses de todo eso, recuerdo como si hubiese sido ayer (parezco loca acordándome de todo esto, pero me puse a ver fotos ayer, y me di cuenta de lo grande que es el tiempo y lo implacable que es)

Acá yo estaba descansando mientras mis queridísimos ayudantes colocaban los colectores en el viaje 2 (Gi, Roque y Don Mario), me metí entre estas Melastomataceas y una foto. jaja  

De verdad que ya hay mucho esfuerzo invertido en ese bosque. Mayores contratiempos por suerte no se presentaron hasta ahora (y espero que no se presenten, por favor!) Ya hubo incendios, lluvias, mucho calor, frío, invasión de hormigas, unos que otros robos de cartelitos pero nada que afecte a la investigación.
Me acuerdo cuando en la facu me decían que 1 año ya es mucho tiempo, y me siguen diciendo, y la verdad que es mucho tiempo si te ponés a pensar en todo loq ue puede ocurrir a lo largo de un año. Pero vale totalmente la pena. Me gustaría que se siga haciendo esto, no quiero sacar mis colectores del bosque. pero a ver que pasa con el tiempo.


Esta foto es del viaje 4. En esa oportunidad recuerdo que no escribí mucho en el blog. En esa ocasión nos acompañó un experto en Cactaceas, y fue como una clase práctica de Botánica que nos dieron mi papá y el Ing. Oakley (el experto en Cactaceas). También fue la vez en que descubrí que tal vez el bosque húmedo secundario tal vez no es bosque húmedo secundario, sino Bosque Seco. Gran sorpresa la mía. Pero eso está todavía en revisión bibliográfica, en fin, depende de los autores. No viene al caso ahora. 
Me acuerdo de todas las ganas que tenía cuando decidí encarar este tema de Lluvia de semillas como tesis, esas mismas ganas sigo teniendo. De verdad me alegra muchísimo que la gente se vaya preocupando más por el bosque. Hablando con la gente descubrí eso, me cuentan cosas, me alientan y hasta quieren hacer lo mismo. No lluvia de semillas, sino investigaciones que ayuden a la conservación y recuperación de bosques. De verdad es muy alentador.

Este fue en el viaje 5, cuando me acompañó mi hermana y me hizo toda una sesión de fotos. jaja, es simpático cuando entrás en el bosque con gente que no es del mundo boscoso. Es diferente. Recuerdo que cuando empezaba recién la carrera la profe nos decía que iba a empezar a cambiar eso de ver solo plantas verdes todas iguales para ver la diversidad vegetal que hay, la diferencia entre hojas, troncos, especies y familias. Ya no serían solo plantas verdes, sino seres diferenciados. Y así mismo es. 
Prácticamente en cada viaje fuimos buscando nuevos caminos para llegar. Todos los caminos conducen al bosque! Jaja, así descubrimos 3 o 4 formas de llegar, hasta que elegimos el camino más lindo y corto. Y es el que usamos siempre. Cuento esto porque, en cada viaje siempre hablamos de los caminos. Del tránsito y de los caminos. jaja, creo que hace mucho que no viajamos más.

Este fue en fracasado intento de captar los colores de aquel atardecer divino del que les hablé en el viaje 7, bajando del cerro Caacupé. Imposible me fue en serio, ni se enteinde bien. Pero es un bonito recuerdo.
Cada viaje ya es como un ritual. Y creo que eso conté desde hace un tiempo ya. La hora tel tereré (que ahora que hace frío sigue pasando, ya que no tomamos mate), la preparación para entrar al bosque y el trabajo. Después lo único que quiero es quitarme las botas y tirar lejos! A veces me olvido de llevar zapatillas para ponerme después, y ando descalza no más ya. De verdad es muy desestresante andar descalza.

Y bueno, este fue un pequeño escrito más que dejo sobre las vivencias. Como posteé la última vez, estamos a la mitad. Esto ya generó recuerdos, eneñanzas y muchas otras cosas. Pero el trabajo se va acumulando. El desafío ya fue aceptado el año pasado, y de a poco ahora se acerca el trabajo más grande (pero ya no hablo de trabajo físico).

Dentro de poco estaré contándoles sobre el próximo viaje, espero que el equipo de trabajo completo podamos ir esta vez. =)