lunes, 24 de septiembre de 2012

Viaje 23 - Amigos árboles

Llegó primavera al son de un cantar! 
Los bosques y prados paisajes nos dan!
Las flores, perfume, las aves, cantar. 
Tesoros que la natura nos da para disfrutar! 



Es una cancioncita que nos hacían cantar en la escuela, y cada vez que llega la primavera no puedo evitar acordarme! =) Me recuerda a mi infancia, las flores, y a cuando el mundo era más grande para mi pequeña escala de niña. Pero bueno, el viaje 23.

Una rosaceae: Yvaro
Una Myrtaceae
Hay muchos árboles en la parcela. No son muy grandes, pero son muchos. La variedad de especies que hay es impresionante! Y ahora sí definitivamente me estoy acercando a estos amigos del bosque. Me dejó un poco traumada la última experiencia con la innombrable (como le decimos ahora, porque había sido no hay que nombrarle luego! Porque asi aparece). Así que a cada pasito estuve muy atenta. Por suerte, sin novedades ya en ese tema =)

Humedal al atardecer

En la espera

Joyvy

Trabajando en la parcela, sobre piedras

Este fue el timbo más difícil de medir
Fue un día muy provechoso, de mucho trabajo y un clima perfecto. Siento que lentamente se va acercando el fin de este largo proceso, pero todavía quedan muchas cosas por descubrir.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Viaje 22 - Naturaleza savaje

Yo me estaba haciendo una idea muy equivocada de lo que sería el inicio de la primavera en el bosque. O sea, no era tan equivocada, pero como que tendía a imaginarme algo así como los bosques encantados de los castillos de los cuentos de Disney. Y bueno, culpa mía jaja... La naturaleza es salvaje. Iniciando por la selección natural, o dicho de otra manera la ley de la selva, del más fuerte. Y es así.

 Como seres humanos formamos parte de esa ley, aunque por tener intelecto y raciocinio (bueno, supuestamente) tenemos más medios para evitar que la selección natural nos haga su presa. (Creo que estoy siendo muy extremista con esto jajaja)

Pequeña ranita
Observando desde su nido
Unas frutillitas antes de la cena
Llegando a la casa mientras anochece
Hermoso dorado
Miconia sp.
helechos
Honguito
Más honguito
Y más
Rodal de Miconia sp.
El hecho es que está llegando la primavera, y ahora sí definitivamente jamás le vi más vivo al bosque. decir que había miles y millones de mariposas es quedarse corta! Mis conocimientos de fauna son muy muy pobres, así que no me voy a arriesgar a decir específicamente qué especies eran, pero las que más había eran de esas que tienen las alas transparentes. Pero las más simpáticas eran unas de alas negras que mientras relevábamos los datos en la parcela nos revoloteaban alrededor de la cabeza y se posaban en nuestra nariz, mejilla y frente. Hasta ahora me parece escuchar el aleteo!

Techo de Miconia sp.
Cedro =)

Peperomia
Nuestro almuerzo
Burro ka'a
Las aves tampoco se hicieron esperar. Durante todo el día se pasaron cantando, hermosas melodías de distintas clases. Por la siesta el "hachitatere" (que es como le dicen al Jasyjatere en la zona) también nos cantó y silvó algunas melodías (según Don Mario, fiel creyente y hasta casi observador del amigo del maizal).

Por la noche era todavía más espectacular. Las aves y los insectos, junto con las ranitas y otros animales hacían que el silencio sepulcral de la primera noche que pasé en la casita nueva queden totalmente en el olvido. No había un segundo de silencio. Y algunas aves no sé si cantaban muy fuerte o si estaban muy cerca, pero el sonido era de verdad muy fuerte.

Amambay


Disfrutando del lugar
Inventariar los árboles es una experiencia muy linda, porque vas aprendiendo a conocerles, a diferenciarles, y eso particularmente me satisface. Las flores también marcaron presencia, y algunos que otros hongos. Yo creo que si no había la sequía que hay el bosque iba a estar más vivo todavía.

Como es constumbre ya prácticamente, en este viaje le llevé a mi ayudante Gaby Alarcón a recorrer el lugar después de terminar la meta que nos propusimos en el trabajo. Y tengo que agradecerle no sé específicamente qué, pero mucho! Primero porque me ayudó con el trabajo, y segundo porque me ayudó a sobrevivir a un casi paro cardiaco. Mi primera experiencia con la serpiente que había avistado en uno de los viajes anteriores no había sido muy extrema porque la serpiente se encontraba mas o menos a unos 2 metros y no me vio, solamente yo le vi. Esta vez, explorando el arroyo (que obviamente queda en la zona más baja) empezamos a subir a la parte seca. Yo pasé primera, para empezar a buscar el camino de regreso. El desnivel que existe en el lugar es muy grande, ya que es una zona de serranía, entonces mi cara estaba a más o menos 1 metro del suelo. Y ahí le vi.

Primero no entendí muy bien de qué se trataba, porque estaba super bien mimetizada en la hojarasca. Pero después entendí, miré bien y vi un diseño medio romboide en mosaico que se repetía a lo largo de mas o menos 1 metro, que parecía una rama, pero evidentemente no era tal cosa, sino una serpiente que hasta ahora no pude aclarar de qué especie se trata (probablemente mboi hovy o ñacanina, ambas sin veneno). Lo primero que hice fue quedarme helada. Es que yo no sabía hasta qué punto llega mi fobia por estos animalitos, y había sido llega muy lejos. Ahí me asusté mucho, demasiado. Pero después, cuando empecé por instinto a buscar dónde estaba su cabeza y dónde su cola, me di cuenta de lo peor (y lo que me asustó más): Su cabeza estaba a menos de un metro de la mía, y estaba erguida mirándome directamente a los ojos. Ahí mi sangre se fue de mi cabeza. Y es que yo pensé que me iba a atacar. Me quedé inmóvil. Y le miraba, y ella me miraba, y yo le miraba, y nos mirábamos. No sé cuánto tiempo fue, para mi una eternidad. Acá es donde entra Gaby en acción: me agarró del brazo y me estiró, y me dijo: Vamos! Y yo pensaba que nos iba a seguir... De verdad sentí vergüenza después.

A ver qué me espera en esta primavera!