Viaje 27 - Cuenta regesiva

Hace 11 meses empezaba esta investigación con más dudas, preguntas, cuestionamientos, inquietudes, incertidumbre, y cosas inexplicables de las que pueden imaginar.

El primer viaje.. Primeras experiencias con cuestiones de trabajo de campo, obviamente miles de cosas innecesarias jaja

Me acuerdo cuando en la facu me decían que no era necesario hacer un trabajo de campo de 12 meses, que era mucho tiempo, que hay que terminar la carrera en 9 semestres, que la tesis no más es. Y sinceramente si tuviera que empezar de nuevo todo esto no dudaría un segundo!

Viaje 2 - uno de los días clave!

Entré al bosque con muchísima curiosidad! Con ganas, alegría, con un total entusiasmo. Es que las veces que había ido antes de la tesis eran contadas con los dedos de una mano. Puedo decir y sin temor a equivocarme, que todo lo que aprendí del bosque lo aprendí desde que empecé aquel diciembre de 2011. Y no es que sea mucho (no es mucho luego de hecho jaja), pero lo que se aprende haciendo no se olvida! Y los sustos que te llevás y los errores que cometés, te marcan para siempre.

En este corto tiempo aprendí sobre no mirarle a los caraguatás, aprendí también que en invierno el bosque es uno y en primavera es totalmente diferente! Que no es lo mismo entrar de mañana, de tarde o de noche. Ví corales, ñakaninás, urutaús, piriritas, ranitas, arañas de todos los tamaños y colores, insectos de mil formas y diseños, preciosas mariposas. Pude apreciar la floración y fructificación de una misma planta, verle después sin hojas, sin nada, para después verle renacer con fuerza! De distintos colores de brotes dependiendo de la especie.

Caminé por el suelo anegado de las zonas bajas húmedas y escalé sobre piedras, en la misma parcela. Me picaron hormigas, me cortaron y arañaron lianas y ramas, me llovió encima! Canté en el bosque, me acosté en la hojarasca, miré el dosel bailar al ritmo del viento.

Me congelé en invierno anotando los datos del inventario, me calciné en verano instalando la parcela y los colectores. El corazón se me detuvo como cien veces, por el incendio (que se controló), por las vacas (larga historia) y sobre todo por cada una de las veces que pude avistar las corales y la ñakanina! jaja..

Me aventuré sola por el bosque más de una vez en busca de muestras para mi herbario, recorrí manantiales sobre piedras, y capturé más de 2000 fotos! En cada una quedó plasmado el momento. Nunca voy a olvidar la noche más silenciosa del mundo, una vez que tocó quedarse a dormir en la casita en invierno. El no sonido provocaba una molestia y desesperación al mismo tiempo. Y tampoco voy a olvidar nunca la noche de primavera que tocó quedarnos a dormir! Ni un solo segundo de silencio, aves que llegaban hasta la casa y miles y millones de insectos atraídos por el único fluorescente a la redonda, el que brillaba sobre nuestras cabezas en el galpón de la casita...

Lo que siento por ese bosque no se puede explicar con palabras, y solamente aquellas personas que sienten el mismo amor a la naturaleza van a poder llegar a comprender de cierta forma.

Lentamente me empiezo a despedir de mis colectas. Hoy colocamos por última vez la bolsita de colecta, la próxima vez, cuando haga exactamente un año de que instalamos, solamente ya vamos a sacar la bolsita de lienzo, y los colectores. Me empiezo a despedir lentamente porque también lentamente me fui introduciendo a esto, y no es una despedida definitiva, porque lo que terminan son las colectas, pero los viajes seguirán.

Como dije anteriormente lo que hice mucho pero mucho dentro del bosque (y fuera de él) fue tomar fotos! Quise dejarles fotos del viaje 27, pero mi cuenta de blogger ya no me permite porque supuestamente sobrepasé la cantidad de fotos que puedo alzar (?) y bueno, en facebook tengo si quieren ver!