sábado, 7 de enero de 2012

Viaje 3 - del pombero y otras yerbas

Este viaje fue una mezcla de varias cosas. Empezando luego por el motivo que nos llevó a ir, o mejor dichos los motivos que nos llevaron a ir. No voy a entrar en detalles porque ese no es el tema acá, pero era para hacer de todo un poco, o como a mi me gusta decir "toas cosa" jajaja.. Lo que sí que fue una mezcla de todo.

La primera cosa que aprendí en este viaje fue que el verde del bosque, el cantar de los pajaritos, y la tranquilidad que suele ser super agradable, si tenés jaqueca pierde todo su encanto, y si encima de eso estás engripada pierde más todavía (aunque sinceramente al acostarse en el piso y mirar arriba la copa de los árboles escuchando los pajaritos relajan y te hacen pasar el dolor un ratito).

La segunda cosa que aprendí en este viaje está relacionada a la primera, pero es que ante cualquier dolor dentro del bosque lo mejor es la ley del ñembotavy. O sea, si tenés cosas que hacer, trabajos que hacer, mejor olvidarse bien de cualquier malestar y seguir sin parar hasta terminar. Una vez terminado el trabajo ahí sí podés volver a acordarte que te duele la cabeza y compañía. Así pues es, lo que hay que hacer nadie va a hacer por vos, y menos si es tu tesis.

Una cosa que sí es muy graciosa de recordar es el tema este de los mitos. El señor Mario que siempre nos acompaña a mi papá y a mi es un ferviente creyente del pombero. Empezó a contarnos que a uno de sus conocidos el pombero le llevó lejísimos. Supuestamente lo que hace esta criatura es, entrada la noche, y si te encuentra solo/a por el bosque o cualquier lugar en el campo, te silva y te tienta. Si vos le hacés caso te puede pegar dejándote marcas horribles o también puede llevarte re lejos sin que te des cuenta. Al pedo le discutís al señor este que en realidad no es pombero. Se enoja luego, es como decirle algo que para el es re obvio.

Ya me parecía raro luego que antes no nos hable de esto el señor. Y hablando de andar solo/a por el bosque, en este viaje por primera vez llegué sola a la parcela sin que me guíe nadie! Me sentí realizada cuando empecé a caminar no más en busca de algo que fotografiar (por cierto, mientras más busques una buena foto menos encontrás, solitas no más se te aparecen las cosas y se da la foto...) y tratando de recordar dónde quedaba la parcela, llegué. Es un camino un poquito largo y en el bosque todo parece igual, pero mientras más recorrés más fijás los árboles que hay y dónde están. Hasta ya mas o menos puedo dibujar mentalmente la parcela... Al principio parece súper grande 1 há, pero al final no es (o sea, para recorrer, porque para delimitar sigue siendo grande!)

Al final también vuelvo a hacer énfasis en eso de la hora dentro del bosque. Entramos a las once por ahí, y cundo salimos ya eran las 15:30, todavía no habíamos almorzado y yo ni hambre tenía. En serio me olvidé totalmente del dolor trabajando ahí adentro entre los árboles. Pero como por arte de magia, al salir del lugar casi morí. Un día entero en cama, desastre, como dice mi mamá me pasó la factura mi cuerpo.

Pero bueno, un viaje más y muchos temas más resueltos. Acá dejo las pocas fotos que pude sacar (cada vez estoy menos por las fotos y más por disfrutar de lugar... Una vez un profesor me dijo que es mala idea eso de ir sacando fotos, es mejor que quede todo en la retina no más, pero creo que prefiero dejar recuerdos)
el roquedal, es más grande de lo que parece había sido

muchas florcitas

le ven al bicho?

otro bichito

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