lunes, 2 de julio de 2012

Viaje 14 - Invierno hermoso y paraguayo

Llegó el invierno! Dónde? verdad? jaja.. Impresionante la belleza de estos últimos días de junio y primeros días de julio. Pero bueno, así es el clima paraguayo, muy variable y para nada fiel a las estaciones. Aunque hablando con gente de antes siempre te dicen que el clima antes no era así, y ha de ser. Lo único que puedo decir es que parece el paraíso. 

Ahora que no llevé cámara mi celular me ayudó a tomarle una foto a mi querido aguaí tererecero
En el bosque hace un poco más de fresquito y el color que se ve por la acción del sol es increíble. Ahora estoy sentada en el quincho de mi casa mmirando las cicas y el árbol de ceibo de hojas verdes y amarillas escuchando la guitarra de Mangoré y Barrios y esto de verdad parece el cielo! jaja casi ni me di cuenta de que no escribí todavía mis vivencias del viaje 14. Y este fue un viaje muy distinto a los otros.

El primer y más importante punto es la ausencia de mi camarita. En estos días se perdió, y es la primera vez que fui al bosque sin cámara. De verdad uno se llega a acostumbrar muchísimo a las cosas, hasta parecieran irreemplazables. Pero al final uno se da cuenta de que no es tanto así. Y como si fuera poco, no solamente yo perdí mi cámara, sino que en el apuro de buscar y tener que salir ya mi papá también se olvidó de la suya y nos fuimos asi! No parece la gran cosa, pero para mi que estoy acostumbrada me costó bastante jaja.. 



Una vez allá me mentalicé y dejó de importarme... Muchas personas ya me dijeron en esta vida que es mejor ir sin cámara por ahí, que se disfruta más. Y en serio capaz sea cierto. Esta vez pude observar mejor todo, no estuve pendiente de nada, y era como que estaba totalmente sola dentro del bosque (estaba Don Mario como siempre, pero con conmigo sino cerca) y de verdad disfruté mucho. Me sentí un poco loca cuando le abracé a un kupa'y, pero sentí la necesidad de hacerlo! jaja fue simpático. Me siento tan conectada a ese pedazo de bosque... 

El trabajo obviamente fue muchísimo más rápido porque no me entretuve sacando fotos sino más bien juntar todo lo que teníamos que juntar y salir. No parecía invierno ni por donde le mires, muchísimos insectos y la temperatura muy calurosa. 

Lo nuevo de esta vez fue que cambiamos el itinerario de colecta, ya teníamos un orden establecido, por lo que siempre les veía a los árboles desde un mismo camino y un mismo ángulo. Esta vez hicimos casi al revés, y descubrí muchas cosas nuevas, como es notable que al mirar desde diferentes puntos es tan diferente la misma parcela de 1 hectárea. 

A este amigo por ejemplo nunca le había visto hasta ahora! jaja

Una vez les conté que vi el atardecer más hermoso de mi vida bajando del cerro Caacupé. Bueno, les mentí. Cuando eso no sabía que estaba mintiendo. En este viaje presencié una de las maravillas de la naturaleza (según yo). Fue un éxtasis que duró casi una hora. Bajando del cerro se veía el Lago Ypacaraí como un espejo, las nubes y el cielo de un color naranja, rosado, rojo, lila, maravilloso! Hasta Patiño se seguían viendo los colores de las nubes y el cielo ya sin sol. Una cosa que solamente si se ve se puede entender. Agradecida porque me tocó ver algo tan hermoso! Y obviamente no me pude aguantar y traté de inmortalizar el momento con mi celularcito =)

Esto fue el camino que sale a la ruta de Tobati

No hay comentarios:

Publicar un comentario